La música que existió antes de que llegaran los españoles a América servía tanto para los momentos de goce, como para los momentos de combate.
Crearon melodías para disfrutar en las fiestas, para llevar el compás en los ritos y marcar el tiempo en las guerras. La música era considerada un arte que complacía a los dioses para que estos les ayudaran a obtener buenas cosechas, velaran por su salud, les dieran lluvias y los premiaran con conquistas.
Tantos beneficios creían que les reportaba la música, que los músicos profesionales tenían una relevancia social importante y gozaban de privilegios civiles.
La política musical azteca eximía de pagar tributos a los músicos profesionales y ellos ocupaban un lugar superior en la jerarquía de los templos. Eran condecorados con un cordel distintivo que se colocaba en la cabeza con unas puntas colgando sobre el pecho, que originariamente se llamaba mecátl.
Pese que ocupaban un nivel superior en la jerarquía de las sociedades, los músicos estaban al servicio de los grandes señores.
En este artículo consideraremos como música prehispánica a toda aquella que se desarrolló en México hasta la llegada de los españoles. Sin embargo, escribe el músico Carlos Prieto, “Inaudible para nosotros, ignorada, negada, debatida, mal conocida o falsificada, la música precortesiana dista mucho aún de ser comprendida como lo que es: un hecho histórico”.
“La música precortesiana dependía de la transmisión oral y, por tanto, nada de ella ha sobrevivido”. No obstante, podemos aventurar que, como generalmente sucede con las tradiciones musicales, el repertorio de la música prehispánica debió contar con la naturaleza, la religión, el amor y la guerra entre sus temas.
Para saber cómo era aquella música prehispánica, las investigaciones se centraron en los restos arqueológicos, las pinturas, y en los restos de instrumentos musicales encontrados. Y también en algunas crónicas que realizaron los hispanos y, aunque estas informaciones ya eran una interpretación personal, sirvieron para intuir cómo hacían sonar su música.
En 2013 en Colonia Roma se reunieron los principales investigadores de la música prehispánica, en una conferencia titulada “¿Existe la música prehispánica?”, donde dieron a luz datos interesantes sobre cómo era el sonido auténtico de cada instrumento.
Los expertos determinan que los instrumentos prehispánicos se pueden agrupar en dos conjuntos: los de percusión y los de aliento, fabricados con materiales ingeniosos (huesos, caparazones de tortuga, semillas, barro). Algunos instrumentos de percusión eran el huehuetl, el tlapanhuéhuetl y el teponaztli y, entre los de aliento se encontraba “el atecocolli (o caracol marino). No existían los instrumentos de cuerda.
Conocer cómo eran aquellos sonidos, cómo formaban sus melodías y con qué fin usaban la música los habitantes de aquella tierra que un día fue despojada de cada elemento de su vida cotidiana, nos une más a la cultura indígena.
Como mencionamos líneas arriba, Jorge Reyes fue uno de los grandes admiradores de la música prehispánica, y trató de recrearla por sí mismo con los instrumentos que hasta ahora se conocen. Puedes escucharlo en el siguiente video.
observa también el aporte que ha hecho el mezclar, combinar y fusionar sonidos de la música prehispánica con ritmos y sonidos de otras culturas.
HACER PERCUSIÓN PREHISPÁNICA USANDO MIS MANOS
Una de las principales ventajas de hacer parte de la cultura Prehispánica, es que tenemos la herencia musical de nuestros ancestros y esto nos facilita el poder interpretar patrones rítmicos de nuestra cultura ancestral. En el siguiente video podremos aprender paso a paso como tocar un ritmo prehispánico
no ponga a los niños a escribir un texto tan largo coloquelo como un texto corto y concreto que se explique bien
ResponderBorrarEl desarrollo psicomotriz es vital para el condicionamiento estructural del lenguaje, de este modo el niño enriquecerá su vocabulario y mejorará su caligrafía.
Borrarprofe una pregunta el video es obligatorio verdad?
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